Gabby había puesto la llave sobre su regazo y la estaba estudiando en silencio. Momentos después, ella informó con tristeza a los demás que claramente mostraba que no había otra manera más que seguir el mapa hacia la cascada "Tullopers o Smergs", jadeó resueltamente mientras apuntaba con su dedo hacia la niebla distante. “¡Ahí es a donde vamos, nos guste o no!”

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Sin embargo, antes de que pudiera completar su tartamudeante presentación, con la velocidad de un camaleón hambriento que saca la lengua para atrapar una comida, la criatura de repente se acercó con lo que Daniel supuso anteriormente que era solo un brazo. Cuando los dedos que estaban en los dedos se enroscaron alrededor de la cintura de Daniel como los tentáculos de un pulpo, tentáculos, contuvo la respiración y gimió con la temerosa expectativa de que en cualquier momento estaba a punto de convertirse en un sabroso bocadillo. “¡Por favor, no me comas! ¡Tengo un sabor muy amargo! ¡Soy venenoso!” jadeó y suplicó con desesperación mientras se sentía levantado del suelo. “Si me comes, te enfermarás para siempre”, prometió tan convincentemente como pudo.